Pared de adobe en Terradillos de los Templarios (Palencia)
15 septiembre, 2020
La luz última del día ilumina una pared de adobe en el pueblo palentino de Terradillos de los Templarios.
Es una luz agónica, de última caricia, que escribe su adiós definitivo antes de iniciar un nuevo círculo de vida.
Esta luz tan menguante parece alimentarse del aliento postrero que exhala la pared.
El adobe alienta y vigoriza la claridad de los crepúsculos y esta claridad de despedida sostiene a su vez una materia prima que apenas ya resiste, que ha dejado de tener vigencia y se derrumba poco a poco, que lucha por mantener una resistencia heroica y casi extrema.
Son dos mundos que mueren: el del ocaso y el de la belleza. Sólo parece perpetuarse la presencia vegetal de las ramas que se asoman en la esquina inferior de la vidriera.