Después de unos días interesantes en que un jurado popular, en un juicio esperado por este país, demuestra que la ortografía empieza a convertirse para algunos en casi un arcaísmo, da gusto comprobar que siempre habrá personas deseosas de cuidar el tesoro que permite comunicarnos.
Esta época moderna de la inmediatez, de los mensajes de texto que desmenuzan el lenguaje hasta convertirlo en un remedo de aquel que usaban Cervantes, Lope, Espronceda o Galdós o de las redes sociales y su fijación por la superabundancia de abreviaturas aún hay esperanzas… todo consiste en saber buscar. Escarbar para disfrutar.
Así se puede acceder a entradas publicadas por Manualdeestilo.com, por ejemplo; es una página extraordinaria de visita obligada para aquel que quiera disfrutar de textos ingeniosos, bien escritos, aportaciones curiosas y —por supuesto— una opción continua de aprendizaje o al menos de revisión. Es una página desarrollada por los brillantes creadores de Fundéu, un lugar que tiene como objetivo el buen uso del español en los medios de comunicación.
Y como estos casos, muchos más. Cálamo y Cran, que lleva años formando a futuros correctores, el fantástico blog de J. Antonio Millán, la propia página de la RAE, etc.
Es definitiva, el que quiere encuentra respuestas.