No es un rostro inolvidable, ciertamente, pero el apellido Roman no ha dado, tampoco, una nómina extensa de actrices; y de la Josele nuestra particular, mejor corramos el tupido velo que nos oculte su zafiedad. (Ruth)Roman c(e)d(e) lobos.
Tiene razón su merced. Solo don Juan Manuel Montenegro puede tener «los ojos llenos de furias y demencias, y en el rostro la altivez de un rey y la palidez de un Cristo».
No es un rostro inolvidable, ciertamente, pero el apellido Roman no ha dado, tampoco, una nómina extensa de actrices; y de la Josele nuestra particular, mejor corramos el tupido velo que nos oculte su zafiedad. (Ruth)Roman c(e)d(e) lobos.
Tiene razón su merced. Solo don Juan Manuel Montenegro puede tener «los ojos llenos de furias y demencias, y en el rostro la altivez de un rey y la palidez de un Cristo».