Intentaré quitarme la espinita lopesca (también a mí, como a Dimas,me aparecían en el antgerior los iconos de azul y blanco, pero nada de morados). Y en este de hoy, tomándome ciertas libertades, sospecho que una posible solución sería esta: El ba(r)bero (+R) de Sebi+ (o)lla (-o). Total: una v donde una b… Y si no fuera tal, intentelo.
¿Y para qué sirve una computadora flamante, señor de Marín, si tiene problemas hasta con el arco iris? ¡Quién sabe si el esquivo Trascandil no lo ha resuelto con un ordenata viejo y pasado por siete talleres…!
Por las bes no hay que preocuparse: son accidentes atmosféricos. Los servios fueron con uve hasta que llegaron los serbios. Y a Cerbantes, que siempre firmó con be, sus impresores le encasquetaron una u, que los académicos convirtieron en uve. Pero ya saben lo que escribió Jardiel al frente de sus poemas ultraístas:
«Nadie ha podido definir el ultraísmo.
Nadie ha podido hacerse el nudo de la corbata sin mirarse al espejo.
Y, después de todo, ¿sabemos si gira el mundo? ¡Pues entonces…!»
Hay algún paso en la solución de Juan Mª que no me encaja. El ba(r)bero, correcto. Ahora bien, cuando damos el paso hacia el origen «de sebi( no-o)lla», hay un eu, «yo» en gallego, del cual supongo que nos quedamos con la e en «d(e)» y, después, suprimimos la u porque la privación de o también le afecta…
A medida que suprimen relojitos más aumenta mi ceguera…
Menos mal que no era el ´
único que no veía el pendón de Castilla…
Yo no vi los pendones, vive Dios, y dado que las pasé «moradas» con el Lope de marras, intenté acometer este no sin tomarme algunas libertades, y una de ellas fue la de apelar al niño Eusebio como «Sevi», aunque, si bien se me ha dispensado del «accidente atmosférico» bilabial, no he recibido el nihil obstat definitivo y global como habrás comprobado, admirado Dimas. Vaya usted a saber si aun no habrá gato escondido…
Intentaré quitarme la espinita lopesca (también a mí, como a Dimas,me aparecían en el antgerior los iconos de azul y blanco, pero nada de morados). Y en este de hoy, tomándome ciertas libertades, sospecho que una posible solución sería esta: El ba(r)bero (+R) de Sebi+ (o)lla (-o). Total: una v donde una b… Y si no fuera tal, intentelo.
¿Y para qué sirve una computadora flamante, señor de Marín, si tiene problemas hasta con el arco iris? ¡Quién sabe si el esquivo Trascandil no lo ha resuelto con un ordenata viejo y pasado por siete talleres…!
Por las bes no hay que preocuparse: son accidentes atmosféricos. Los servios fueron con uve hasta que llegaron los serbios. Y a Cerbantes, que siempre firmó con be, sus impresores le encasquetaron una u, que los académicos convirtieron en uve. Pero ya saben lo que escribió Jardiel al frente de sus poemas ultraístas:
«Nadie ha podido definir el ultraísmo.
Nadie ha podido hacerse el nudo de la corbata sin mirarse al espejo.
Y, después de todo, ¿sabemos si gira el mundo? ¡Pues entonces…!»
Hay algún paso en la solución de Juan Mª que no me encaja. El ba(r)bero, correcto. Ahora bien, cuando damos el paso hacia el origen «de sebi( no-o)lla», hay un eu, «yo» en gallego, del cual supongo que nos quedamos con la e en «d(e)» y, después, suprimimos la u porque la privación de o también le afecta…
A medida que suprimen relojitos más aumenta mi ceguera…
Menos mal que no era el ´
único que no veía el pendón de Castilla…
Yo no vi los pendones, vive Dios, y dado que las pasé «moradas» con el Lope de marras, intenté acometer este no sin tomarme algunas libertades, y una de ellas fue la de apelar al niño Eusebio como «Sevi», aunque, si bien se me ha dispensado del «accidente atmosférico» bilabial, no he recibido el nihil obstat definitivo y global como habrás comprobado, admirado Dimas. Vaya usted a saber si aun no habrá gato escondido…