Ávila. Espadaña del Carmen
24 mayo, 2019
Cuánto caudal de tiempo pasa por sus ojos,
por sus párpados abiertos, que siempre están mirando,
una tras otra, la misma lejanía,
cuánto caudal de tiempo, qué vértigo instantáneo
de lunas amarillas,
unos ríos larguísimos, un mapa que recoge sollozos y afluentes,
un flujo inacabable de hojas ateridas y de pájaros muertos,
un galopar muy lento de caballos con crines encendidas.
Cuánto caudal, una lengua incesante de instantes repetidos,
que se va prolongando minuto tras minuto
y nunca cesa de fluir por las pupilas.