Astudillo. Calle con soportales
17 julio, 2018
Muestra la fotografía una
línea de columnas de piedra que forman soportal y sostienen una pared
que se prolonga en varios tramos. Balcones alineados y ventanas
discontinuas rompen el monótono discurso del ladrillo.
En el lado derecho de la imagen, unos
azulejos pegados en la pared otorgan desde hace varios lustros
personalidad y sabor a la manzana. Bajo la profundidad que brinda la
línea de fachadas, la calle se prolonga hasta un punto donde se dibuja
un leve rastro de ocres y amarillos.
La luz del mediodía define el perfil de los
fustes, extiende los límites del suelo, ennoblece los ladrillos viejos,
acentúa el fulgor blanco en las sillas apiladas.
Pero ni una sola figura humana recorre el
soportal. Faltan los pasos y las risas, el calor de las presencias, el
pálpito febril de las miradas.
Un soportal sin nadie que pase bajo su techumbre es como un corazón sin afluentes, como un palomar deshabitado.