¡Aquí está! No la puerta de Alcalá, sino Segovia. Guía de la ciudad.
No es una guía más: es la Guía. La guía que todo buen visitante de la ciudad de Segovia debe
llevar consigo, por la información, a veces exclusiva, de todos sus rincones; por su selección de fotografías, tomadas durante más de dos años, siguiendo el curso de las estaciones y el itinerario de luces y sombras; por su belleza literaria, que el lector podrá apreciar en su medio centenar de sueltos con aliento de poema.
Dice un proverbio alemán que el que viaja sin saber es como un pájaro sin alas (Reisen ohne Wissen, ist wie ein Vogel ohne Flügel). Esta Guía añade conocimiento a quien se acerque a Segovia con ánimo de saber y contemplar. «Porque Segovia es no solo una ciudad para ser recorrida por dentro, sino también un extraordinario conjunto digno de ser contemplado desde lejos, desde cualquiera de las sendas que la circundan y los miradores instalados en los lugares estratégicos. En este capítulo se invita al lector a examinar la urbe desde la lejanía, como una forma de aproximación visual a los secretos escondidos tras las fachadas del caserío» (pág. 9).
¡Pasen y vean!
El peligro, con guías tan magníficas, es no aparecer jamás por Segovia…, ¡que ya tiene delito!
Si en ese peligro por ventura (que no me atrevo a decir por desventura) ha caído su merced, queda invitado desde ahora mismo a una visita por la ciudad, «sin otra luz ni guía / sino la que en el corazón ardía», o en todo caso con el ciceroneo del autor: unos pondrán la presencia («y la figura»), otros la guía y otros el mantel, que casi todo es uno.
Et remittuntur tibi peccata tua.