3 comentarios en «Jeroglífico: Buero Vallejo»

  1. Veo que la sagacidad de sus mercedes corre parejas con su ingenio. No está mal, en estos tiempos en que a las cosas no se las llama por su nombre, sino con eufemismos sacados de la (per)versión política, recordar a aquel incómodo Ignacio de Buero cuando decía: «Estáis envenenados de alegría… Os negáis a enfrentaros con vuestra tragedia, fingiendo una normalidad que no existe, procurando olvidar e, incluso, aconsejando duchas de alegría para reanimar a los tristes… Vosotros sois los alumnos modelo, los leales colaboradores del profesorado en la lucha contra la desesperación, que se agazapa por todos los rincones de la casa. ¡Ciegos! ¡Ciegos y no invidentes, imbéciles! […] Aunque en este deseo se consuma estérilmente mi vida entera, ¡quiero ver! No puedo conformarme. No debemos conformarnos. ¡Y menos sonreír! Y resignarse con vuestra estúpida alegría de ciegos, ¡nunca!» (acto I, final).

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